La tendencia es que los desarrolladores marquen el ritmo, que se echen el proyecto.a la espalda, que asuman lo que es su trabajo y lo que no lo es.
Esta tendencia hace mucho daño al proyecto porque exige que los desarrolladores cubran bajo su interpretación áreas funcionales que no están definidas adecuadamente y se pierde esa interlocución tan necesaria para cumplir sus expectativas.
Lo peor de todo es que después quien no se ha implicado te pide cuentas y la dirección suele escucharles a ellos con más atención, ya que en el día a día su trato es más próximo.
Desde el primer momento hay que implicar al área usuaria y si no se dan por enterados, hay que escalarlo. Ese impulso se tiene que mantenerlo durante todo el proyecto y levantar la mano cuando empiecen a mirar para otro lado.
Si no se te apoya, que quede muy claro y por escrito lo que has pedido y no se te ha concedido porque es justo que a la hora de la verdad todos queden retratados.