Este antipatrón se puede relacionar con todos aquellos en los que se trata la introducción de complejidad innecesaria en el desarrollo o en el producto final (por ejemplo “funcionalitis acechante” o “complejidad no indispensable“) y con aquellos donde una solución base que resuelve en determinados casos problemáticas concretas o que son aptas para proyectos concretos, se entienden que valen para cualquier problemática o concepto que se encuentra dentro de ese dominio de actuación (obviando otros factores) e incluso se extienden fuera de ese ámbito (por ejemplo, los antipatrones “todo lo que tienes es un martillo” o “bala de plata“).
En este caso la complejidad adicional al sistema se incluye al intentar hacer una analogía del mismo con otro que tiene alguna o algunas características comunes (ámbito de negocio parecido, funcionalidades semejantes, mismo tipo de cliente, mismo cliente, idéntico entorno tecnológico, etc…), es decir, se toma como base otro y en lugar de profundizar en las expectativas reales del usuario o en la complejidad del problema o del proyecto que tenemos ante nosotros, se pone la atención en intentar adaptar esa idea o esa solución.
Esto, además de poder estar alejado a lo que los usuarios quieren realmente, pueden incorporar una mayor complejidad al proceso de desarrollo y/o al propio sistema de información, haciendo necesario un mayor esfuerzo, dificultando su posterior mantenimiento y empeorando la experiencia del usuario (cuando no el cumplimiento de sus expectativas).