Los desarrolladores somos auténticos expertos en meternos en charcos. Muchas veces nos empujan a ellos, en otras somos nosotros los que nos metemos hasta el fondo.
De eso trata este antipatrón, de nuestra tendencia a complicar proyectos sin necesidad, veamos algunos ejemplos:
– Con el objeto de superar las expectativas del usuario o sorprenderle, se deciden afrontar funcionalidades con prioridad muy baja que se consideran poco complejas, aprovechando los remanentes de tiempo en el desarrollo normal del proyecto.
En muchos casos, lo que parecía simple no lo es tanto y se terminan desechando (muchas veces de manera poco limpia, antipatrón “lava seca“), lo que ha supuesto un esfuerzo que no ha servido para nada, además de una pérdida de enfoque en los objetivos principales del proyecto
– Se aplican soluciones experimentales (prueba de una nueva tecnología, un nuevo framework, unos nuevos componentes) en lugar de aplicar soluciones conocidas.
– Sin entrar en un análisis riguroso del sistema o de determinadas funcionalidades, nos aventuramos a dar unos plazos muy exigentes (sin que nadie no los haya impuesto).