Si problemático resulta el desarrollo de software, el paso a producción en muchos casos no lo es menos. La implantación de un sistema de información con una cierta envergadura no es un proceso trivial y es necesario, en el caso de que el tiempo que se tarde no sea bueno, medir y mejorar el proceso para intentar alcanzar una mejora continua que lleve a unos umbrales aceptables.
Jim Highsmith, firmante del manifiesto ágil, hace una reflexión sobre este tema en su artículo «Shortening the tail«.
Este autor denomina como «tail» a todo el proceso posterior a que una evolución de un producto se considere terminada por parte del equipo de proyecto. En este proceso se incluirían las actividades de testing, pruebas de regresión, integración, pruebas de integración, documentación, corrección de incidencias de la entrega y paso a producción.
De hecho la definición exacta que da de tail es todavía más elocuente (voy a dejar algunas palabras en inglés para no restar significado): Es el tiempo transcurrido desde el «code slush» o «feature freeze» hasta el despliegue del producto.
Comenta Jim Highsmith que el tail más largo que encontró fue de dieciocho meses. Afortunadamente no he tenido uno tan largo, los peores tiempo con que me he encontrado han sido de tres o cuatro meses, si bien, ha sido debido generalmente a que el proceso de desarrollo lo había fraccionado en varias entregas, lo que daba lugar a que el tiempo se repartiera entre las mismas. Probablemente si sumara los tiempos de las mismas serían muy superiores a los meses que he indicado.
Tail de larga duración para entregas o evoluciones simples son un problema, ya que marcan el tiempo en el que un usuario por término medio podrá disfrutar de una evolución del producto (no cuento los posibles parches rápidos que se puedan instalar, ya que estos, generalmente tienen otro proceso de implantación).
Estas evoluciones en muchos casos no son caprichos, sino necesidades que si no son cubiertas provocan una ineficacia en el trabajo desarrollado por los usuarios y en consecuencia un impacto en los resultados del departamento y en consecuencia de la organización. Es por ello que se debe dar la importancia que se merece la optimización de estos tiempos.