Situaciones idénticas las hacemos distintas en función de la perspectiva con la que las analicemos.
Si el hecho nos afecta a nosotros, por regla general nos parecerá siempre más grave que si le afecta a otro. Los marrones de nuestros proyectos siempre serán más grandes y los obstáculos que nos encontraremos siempre serán más difíciles de salvar.
Es curioso que pese a que lo nuestro nos parece siempre más complicado y por tanto debería ser más meritorio si nos sale bien, también tendemos a valorar más los resultados que obtienen los demás que los nuestros.
Al final todo depende de la perspectiva, de nuestra forma de entender la realidad. El dominio de la perspectiva no es sencillo, pero cuanto más se consigue controlar, más objetivos nos permite ser y por tanto más justos con los demás y sobre todo, con nosotros mismos.
Jummp 