Cuando se falla en las estimaciones estamos golpeando en la línea de flotación del proyecto y también contra nosotros mismos. Se falla muy a menudo y después toca sufrir las consecuencias porque se adquieren compromisos que costarán muchísimo esfuerzo ser respetados.
¿Por qué nos equivocamos en las estimaciones? Son muchos los factores que pueden influir:
– La incertidumbre inherente que tienen los proyectos de desarrollo de software. Si aplicamos un enfoque iterativo incremental con sprints cortos tiene una menor o nula influencia dentro de ese segmento de trabajo, pero si consideramos el proyecto en su totalidad sí que la tiene cuando hay cambios significativos ya sea sobre las condiciones iniciales o sobre el producto que se lleva desarrollado.
– Se tiende a estimar considerando situaciones ideales y después sabemos que hay problemas.
– Se estima en muchos casos sin conocer suficiente detalle sobre el trabajo a realizar.
– Se estima en muchos casos sin conocer suficientemente las restricciones de la tecnología o del entorno de trabajo.
– No estima quien va a realizar el trabajo.
– La presión del cliente por tener plazos más cortos (y a menor coste).
Estoy seguro de que se os ocurren otro montón de causas que provocan que no se acierte con las estimaciones. Ahora bien, una cosa es que sea difícil estimar y otra que no se intente acertar en lo posible con las mismas porque no queda otra, por ese motivo es importante tomar el control de todos aquellos factores que estén en nuestra mano y que puedan afectar a la calidad de la estimación, esto dependerá como no podría ser de otra forma del proyecto en sí y de su contexto.
Como sabemos los problemas que hay con las estimaciones y que es necesario dar la importancia que se merece al feedback sería recomendable que el cliente pensase más en términos de valor que de agenda, si bien, no resulta sencillo conseguir esas condiciones ya que se mostrarán, por términos generales, reacios a considerar que el presupuesto inicial puede variar después …