En un burndown se suele representar una recta que representa la proyección lineal del tiempo restante para completar el sprint con respecto a la duración del mismo y otra línea que representa diariamente el restante real.
Si la línea del restante real se encuentra por encima o por debajo de la proyección lineal se puede decir que vamos peor o mejor de lo esperado respectivamente.
Por tanto, si tenemos ese dato, ¿tiene interés representar una línea con el esfuerzo real?. Desde mi punto de vista, dependerá si de alguna forma queremos representar el esfuerzo que supone conseguir avances en el sprint, ya que se pueden invertir horas en una historia de usuario y que el tiempo restante no disminuya en la misma proporción y también puede pasar que la dedicación real de algunos de los desarrolladores en el sprint sea superior a la jornada laboral que esté fijada.
De esta forma podemos tener un sprint que puede ir bien con respecto a lo esperado pero que sin embargo esté suponiendo un esfuerzo significativo para el equipo y esto puede tener consecuencias en los próximos sprints, ya que el overtime termina afectando al rendimiento de las personas, por lo que puede ser necesario tomar decisiones como, por ejemplo, modular la velocidad del equipo a estas circunstancias, analizar los motivos que han dado lugar a que las estimaciones realizadas no hayan sido acertadas o a que el trabajo no se haya realizado con la fluidez deseada.
Es cierto que estas conclusiones se pueden sacar al final, no obstante, si se hace un análisis a diario es posible tomar determinadas decisiones dentro del sprint que puedan solucionar alguno de los problemas que provocan esta situación.