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Archivos diarios: agosto 27, 2010

Cada empresa tiene su propia identidad, pero en demasiadas ocasiones la misma solo se expresa de puertas para adentro. En demasiadas ocasiones los clientes percibimos las empresas como algo plano, como si todas fueran iguales, solo que unos vienen con corbata y otros no, que unos tienen una tarjetas muy guays, otros utilizan modelos más clásicos y otros no utilizan.

Con todas las empresas puede haber tiras y aflojas, resultado de que cada uno busque sus propios intereses, eso es legítimo, por lo que marcar la diferencia no consiste en buscar un remanso de paz sino en conseguir que el cliente se encuentre satisfecho por el trabajo y no solo en el presente, sino en el futuro, es decir, que los resultados logrados en el pasado tengan vigencia en el futuro a través de productos o servicios que puedan ser amortizados y que tengan costes de mantenimiento (si fueran necesarios) razonables.

Si una empresa quiere marcar las diferencias lo debe hacer a partir de la calidad de sus trabajos y productos, eso sí que es una seña de identidad hacia fuera y que el cliente percibe y valora.