Desarrollo de software. El control de una agenda (costes y plazos)

El enfoque clásico y su gestión de proyectos asociada está orientada principalmente a controlar y gestionar las desviaciones en costes y plazos. Es decir, para que el proyecto tenga éxito no solo debe satisfacer las expectativas puestas en el mismo sino que también es necesario que las desviaciones sobre costes y plazos sean mínimas.

Por mucha habilidad que se tenga gestionando estos proyectos, por muy bueno que sea el equipo de proyecto y por muy implicados que estén el resto de stakeholders, si el cálculo inicial de costes y plazos es deficiente no se podrá evitar desviaciones en costes y plazos, además de comprometerse el producto final.

Y lo normal es que ese cálculo inicial sea deficiente porque se realiza valorando un producto que no deja de ser una idea abstracta. La calidad del cálculo de costes y plazos mejorará conforme se vayan conociendo más detalles del sistema a desarrollar por lo que si se quiere gestionar un proyecto siguiendo un enfoque y gestión de proyectos clásica se debería partir de unos requisitos de calidad.

Después se requerirá de un entorno de proyecto estable, sin cambios de contexto, para intentar gestionar adecuadamente la agenda, de lo contrario tocará hacer juegos malabares para intentar minimizar desviaciones en costes, plazos y calidad del producto y cuando esto pasa lo normal es que el proyecto no salga bien.

En mi opinión, lo realmente importante es el valor del producto. No digo que cumplir la agenda no lo sea, pero si las circunstancias golpean (y lo hacen casi siempre), la misma no debe condicionar el valor final del producto. Si no hay posibilidades de varias costes y plazos el producto se resentirá.

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