Antipatrón. Facilitador proteccionista

Una objetivo fundamental de un jefe o gestor de proyectos, Scrum Master o cualquiera que sea el nombre que queramos darle, es la de tratar de conseguir un contexto lo más estable posible que permita que todas las partes involucradas en el proyecto desempeñen su función de la manera más eficiente posible.

Además del trabajo sobre el contexto que va más sobre líneas generales del proyecto: relación de confianza, gestión adecuada de expectativas, del valor ganado y de la inversión realizada hasta el momento, etc…, en el día a día del proyecto existen contingencias que pueden afectar al rendimiento del equipo de proyecto y que conviene solucionar cuanto antes para que el impacto sobre la productividad y los resultados sea el menor posible.

Está claro que un facilitador eficiente hace mucho bien al proyecto, parece un trabajo fácil pero no lo es en absoluto porque tiene mucho de inteligencia emocional, ya que para resolver esos problemas del día a día o para tratar de mantener un equilibrio en el proyecto se requiere mucha interacción y comunicación con otras personas que probablemente tengan unas prioridades y objetivos diferentes a los del equipo de proyecto.

Cuando el facilitador lo hace bien, las personas que trabajan con él tienden a despreocuparse de la resolución de determinadas contingencias que perfectamente podrían resolver ellos y/o el propio facilitador con el objetivo de que el equipo esté centrado en su trabajo decide asumir que toda la intendencia del proyecto pase por él.

Esto puede llegar a convertirse en un antipatrón por varios motivos: el facilitador se puede terminar convirtiendo en un cuello de botella, si el facilitador por el motivo que sea no puede dedicar tanto tiempo al proyecto se necesitará que los desarrolladores den un paso al frente para resolver estos problemas y/o para tratar de que el equipo siga gestionándose de manera adecuada pudiendo darse el caso de que no se encuentren preparados para realizar esas tareas o no las consideren de la suficiente importancia, degradándose paulatinamente el rendimiento y productividad del equipo impactando directamente en los resultados.

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