Desarrollo de software. Todos en el mismo barco

Una de las labores más complicadas de un gestor de proyectos en aquellos casos en los que existen múltiples equipos de trabajo que pueden pertenecer incluso a proveedores diferentes (tampoco resulta sencillo hasta en aquellos casos en los que existe un solo equipo formado por pocos desarrolladores) es que todos comprendan cuáles son los objetivos y las restricciones que existen para alcanzarlos.

Resulta especialmente complicado sobre todo en aquellos equipos que están desarrollando funcionalidades o herramientas complementarias al núcleo el sistema, en primer lugar porque la atención del gestor estará más orientada a la línea principal de desarrollo del producto así como a eliminar o paliar las posibles resistencias que puedan existir en cualquiera de las distintas líneas y en segundo lugar porque, por el mismo motivo, se encontrarán a distancia del product owner y de los directores usuarios y contemplarán desde más lejos sus expectativas y su presión.

Hay proyectos donde el trabajo de estos equipos secundarios es igualmente secundario pero en otros casos el resultado de su trabajo puede ser esencial para el funcionamiento y/o para la puesta en marcha del sistema. Tanto en un caso como en otro (aunque por supuesto mucho más en el segundo) es necesario que esos equipos mantengan el enfoque y la tensión en el proyecto, de la misma forma que lo hacen aquellos equipos que están peleando con las partes más críticas del sistema.

Como decía, esto no es fácil, ya que resultaría fundamental que el product owner y los directores usuarios les expresasen directamente y de forma constante (continua) sus expectativas y eso es algo que resulta complicado en proyectos con una cierta envergadura. Ahora bien, si no es posible llegar a eso cualquier aproximación ya supone un avance. Si el equipo no termina de asimilar la situación, el gestor de proyectos debe actuar y en estos casos es mejor un falso positivo (pensar que el equipo no es consciente de la situación e insistir) que creer que se ha asimilado y no actuar.

Cuantas más personas se suban al barco más posibilidades hay de sacar el proyecto adelante, sin olvidar que hay que procurar que quien suba no vuelva a bajar (de ahí la importancia de las actividades necesarias para que los equipos y los desarrolladores mantengan el enfoque en el proyecto).

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