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Archivos diarios: julio 25, 2013

Sabemos que el desarrollo de software está sustentado por personas y que todo resulta mucho más sencillo (pero no por ello es necesariamente garantía de éxito) si la comunicación e interacción entre ellas es óptima.

No se trata solo de tener actitud sino que la misma esté fundamentada en el convencimiento de que el camino que se está tomando es el correcto o, lo que es lo mismo, que las ideas estén alineadas, independientemente de que se discrepe o haya matices en actuaciones puntuales.

La siguiente reflexión de Charles Eames muestra la clave: «Finalmente todo conecta – personas, ideas y objetos. La calidad de las conexión es la llave de la calidad».

Cuando existe conexión, lo notas, lo sabes, el proyecto se beneficia de ello. Cuando no la hay, vas directo al precipicio. En medio, toda una gama de grises.

Mantener la conexión es muy difícil porque las personas somos complejas, cometemos errores, vemos las cosas de distinta manera y nuestro estado de ánimo depende de una infinidad de variables.

Si a nivel individual somos complejos, cuando hablamos de relaciones entre grupos de personas, la dificultad crece exponencialmente. Si a eso le sumas la presión del proyecto y/o de tus jefes, todo se hace más cuesta arriba.

Pero no es imposible, por lo que nuestro objetivo debe ser llegar y preservar esa situación de equilibrio porque todo es más fácil cuando hay entendimiento y se persigue un objetivo común.