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Archivos diarios: marzo 7, 2013

El desarrollo de software es en términos generales desarrollo de software para personas realizado por personas. Esta relación o ley natural del desarrollo de software es vulnerada sistemáticamente por esas mismas personas y desde diferentes puntos de vista:

– Cuando se trata de orquestar los proyectos de desarrollo de software a través de procesos rígidos con el convencimiento de que si los procesos son buenos se minimiza el impacto de las personas en el resultado final del proyecto.

Esta concepción del desarrollo de software parte de una buena intención: tratar de conseguir repetibilidad en los resultados, sin embargo no se ajusta a la realidad existente en el desarrollo de software, donde las condiciones en que se realiza cada proyecto son diferentes y pueden cambiar repetidamente a lo largo de su ejecución.

Este modelo ha sido el dominante durante muchos años y lo sigue siendo en la actualidad, forzando soluciones y alternativas en los proyectos que no son las más adecuadas, poniendo por delante de las personas a procesos, procedimientos y metodologías.

– Cuando nuestros intereses, a nivel individual, de equipo de proyecto o de organización, nos ponen un muro con el resto de personas que colaboran con nosotros. En este caso solo estamos de cara ante nosotros mismos o a los que formen nuestro grupo o equipo, los demás quedan fuera y serán amigos, enemigos o la nada en función de si afectan o no a nuestros intereses.

– Cuando se trata a las personas como ganado. Cuando no se les reconoce su trabajo, cuando pasan de un proyecto a otro sin ser escuchados, cuando sienten que solo son un número. Es cierto que hay toda una gama de grises, pero también lo es que muchos desarrolladores se sienten así.

Se piensa que con un sueldo ya todo está justificado y no es así. Los trabajadores necesitan ser tratados como personas y tienen metas y objetivos como cualquier ser humano, quieren progresar, quieren recibir un trato justo y por eso no toleran la falta de justicia y la falta de objetividad.

– Cuando solo importan los beneficios. ¿Cuántos proyectos se venden sabiendo que va a ser muy complicado obtener rentabilidad? Muchísimos, demasiados. Esto está destrozando nuestro sector. Unos se encargan de vender cómo sea y otros de sacar rentabilidad como sea. En medio de todo eso, personas, tanto por parte del cliente como por parte del proveedor, que sin quererlo quedan encerradas en un campo de batalla porque en eso se convertirá el proyecto más pronto que tarde.

Los beneficios son la razón de ser de las empresas pero no lo legitima todo.