Hay una reflexión de Jerry Weinberg que es conveniente tener muy en cuenta: «Cuanto más adaptado te encuentres menos adaptable tenderás a ser».
Esta cita se refiere a la especialización. Puedes ser el rey en un ecosistema concreto, pero como cambie, si no estás preparado, puede ser un desastre para tu organización, porque implicará cambios que deberán ser ejecutados en un tiempo razonable para los cuales no estarán preparadas ni las estructuras ni la mentalidad de la organización y de muchas de las personas, sobre todo los directivos, que forman parte de ella.
La especialización no es mala, no lo entendamos de ese modo, lo que sí es negativo es tener los ojos cerrados a posibles cambios en el contexto, a no tratar de adelantarse a ellos, a pensar que el mercado siempre va a ser el mismo, que la competencia no va a evolucionar lo suficiente y que nosotros siempre vamos a ser los mejores.
Es difícil hacerlo cuando las cosas vienen bien dadas, ¿para qué cambiar si todo va bien?. No se trata de cambiar por cambiar, se trata de hacerlo con cabeza, se trata de mirar alrededor y no solo dentro de uno mismo.
En el mundo actual todo se mueve a un ritmo vertiginoso, de cualquier sitio puede salir un nuevo competidor o una nueva tecnología que puede ser adquirida o desarrollada por tus competidores tradicionales, por ese motivo, no solo debes centrarte en desarrollar tu negocio, sino también estar alerta a riesgos que pueden poner en peligro a tu posición en el mercado.