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Archivos diarios: julio 30, 2013

Otra vez más, no será la última, vendrán muchas más, en la que he tenido que escuchar, que cómo es posible que tal proyecto esté en unas condiciones tan lamentables si se ha desarrollado siguiendo una determinada metodología ágil.

Todo eso teniendo en cuenta que se hace esa afirmación sin datos suficientes de si efectivamente se ha aplicado esa metodología, ciertas prácticas de la misma o algo totalmente distinto, pero que los desarrolladores o alguien de manera equivocada lo han llamado así. Tampoco sin tener en cuenta qué es lo que realmente ha fallado, si la metodología, el enfoque, la arquitectura, la tecnología, el equipo de desarrollo, los responsables funcionales, ¿algunos?, ¿todos?.

Ni Scrum, ni ninguna metodología asegura nada, son solo instrumentos. Tampoco es infalible ni es la mejor solución en todos los casos. Pero, ¿por qué tanto ruido cada vez que un proyecto desarrollado o supuestamente desarrollado siguiendo enfoques ágiles falla?, ¿por qué hay que estar pasando continuamente un examen?.

¿Por qué no pasa lo mismo con los fracasos tras fracasos de muchos proyectos realizados en cascada?.

Supongo que será por salirse de la norma, pero no considero los enfoques ágiles como un acto del rebeldía contra nada sino como otra forma de entender el desarrollo de software, que si ha terminado enfrentándose con los enfoques clásicos ha sido como consecuencia de la difícil convivencia de dos culturas diferentes, en la que hay extremos, pero muchos puntos intermedios, ya que la transición a la agilidad, en muchos casos ha sido paulatina, partiendo primero de un cambio de actitud y tras él la aplicación de determinadas prácticas de desarrollo o, al revés, si bien soy de la opinión de que para ser ágil hay que entender primero qué significa.

Yo vengo de los enfoques clásicos, de muchos proyectos desarrollados de esa manera, de una formación donde era la única alternativa que te enseñaban y he sentido lo que es trabajar de esa forma y los problemas derivados de la misma, por tanto, tengo criterio suficiente para saber que el desarrollo de software pide y necesita otros enfoques, sin que por ello se deba descartar su aplicación si realmente se determina que puede ser la solución más apropiada para un proyecto.

No me siento atado ya por las enfoques clásicos, tampoco lo estoy por los enfoques ágiles por mucha que sea mi atracción sobre ellos. Solo hay que sentirse atado por las necesidades del proyecto, siempre con una mente abierta para tratar de aplicar, equivocadamente o no, la opción que entendamos más válida.