Niklaus Wirth. Desarrollar con presión

Las prisas, esas prisas. Esa intención de tratar de sacar el máximo valor posible al presupuesto a costa de la presión y un esfuerzo de los desarrolladores por encima de lo recomendable, es algo en lo que hemos caído la mayoría.

Es el tiempo el que te enseña que tal vez de esa forma ganes alguna batalla pero terminarás perdiendo las guerras.

No puedes someter a los desarrolladores a una sobrecarga de trabajo y a una presión excesiva durante un tiempo prolongado. Llegado el momento todos podemos hacer un esfuerzo pero esa línea se debe adaptar a límites sostenibles lo antes posible y no mantenerse (o empeorar) porque al final, los desarrolladores no podrán mantener el ritmo y se resentirá todo, primero las personas, segundo el equipo, tercero el producto y cuarto el proyecto.

Para Niklaus Wirth: «La presión del tiempo corrompe gradualmente el estándar de calidad y perfección del ingeniero, y esto tiene un efecto muy negativo tanto en las personas como en los productos».

Salvo que cumplir un determinado plazo sea esencial (y que lo sea de manera objetiva porque después la realidad termina mostrando en muchos casos que esos plazos inamovibles eran más caprichos que otra cosa), hazte el planteamiento de que lo más recomendable es conseguir un valor óptimo del producto y eso se consigue, entre otros factores, con un equipo implicado, motivado y con energía.

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