Robert C. Martin. Experiencia e inteligencia sobre procesos y herramientas

Los procesos y herramientas son instrumentos que utilizados de manera adecuada pueden ayudarnos a conseguir los objetivos. El problema lo tenemos cuando se cree que los objetivos se consiguen, sobre todo, por su aplicación, lo que provoca que pasen a la categoría de fines en lugar de la de instrumentos: «si cumplo con los procesos y hago un buen uso de las herramientas que lo acompañan el proyecto saldrá bien».

Si centras tu atención en el proceso pierdes tu enfoque en el producto y se tiende a ignorar el contexto. Todo ello por la idea de que la solución la proporciona el proceso y que eso está por encima de cualquier contingencia que se pueda producir.

Robert C. Martin realiza la siguiente reflexión: «El exceso de confianza en las herramientas y procedimientos y la falta de confianza en la inteligencia y en la experiencia son recetas para el desastre».

A veces es la propia organización la que empuja a los desarrolladores a centrarse en el proceso, independientemente de la importancia que ellos piensen que pueda tener en el desarrollo de software. Cuando esto ocurre habrá personas que por comodidad y también por pragmatismo (hacia ellos y no hacia el proyecto y el producto) caigan en la cultura del cumplimiento: «yo he seguido los procesos de manera escrupulosa, ahí tienes todos los entregables, si el proyecto no ha salido bien no soy el responsable».

Si el desarrollo de software fuera solo cuestión de procesos (ágiles o no) la mayoría de los proyectos no tendrían problemas y serían rentables tanto para clientes como para proveedores, ¿es esa la realidad?, se necesita algo más y eso lo ponen las personas que trabajan en ellos.

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