Obsolescencia programada
He terminado de ver hace unos minutos el documental «Comprar, tirar, comprar» en el que se expone con varios ejemplos el concepto de obsolescencia programada y los efectos que provoca tanto en los consumidores como en el Medio Ambiente.
La obsolescencia programada consiste, a grandes rasgos, en la fabricación de productos con un ciclo de vida inferior al que potencialmente podría tener si se aplicase la tecnología, componentes o procesos de fabricación disponibles para conseguirlo, cuando no directamente se le ponen una fecha de caducidad.
¿Cuál es el motivo? Promover el consumo y la circulación de dinero, supuestamente en nuestro beneficio, cuando en realidad el objetivo que persigue es el lucro por parte de quien la promueve.
La innovación debe ser el primer motor que marque cuándo un producto sustituye a otro (esto no quiere decir que todos ellos vayan a ser indestructubles o que salga alguno defectuoso), dejando a cada consumidor que decida cuándo realiza la sustitución. Si el dinero se tiene que mover que sea por esa causa y no por otra.
Sin obsolescencia programada se favorece la sostenibilidad, disminuyendo la cantidad de residuos y haciendo un consumo más racional de las materias primas. Por sí solo no resolverá los problemas de sobreexplotación de los recursos naturales, de contaminación y de acumulación de residuos, para esto se requiere concienciación, medios y tecnología, algo para lo que todavía queda mucho, pero ayudaría bastante.
Jummp 
Vi este documental y sobre todo me dejó impresionado el contador de las impresoras que al llegar un número dejaba de funcionar…
En nuestro sector creo que estamos continuamente sufriendo obsolescencia programada debido a que un fabricante decide no mantener una versión de software y obliga a migrar, sabiendo todos que el sistema no va a dejar de funcionar y no nos va a ofrecer nueva funcionalidad… Yo creo que los bancos lo tienen claro, y apuran un sistema mientras le sirve…Por eso todavía solicitan programadores en COBOL… Aconsejo el documental porque te hace reflexionar
Si los cambios proceden por el desarrollo tecnológico y la innovación me parece correcto. El problema siempre viene cuando te limitan la libertad y te imponen de alguna u otra manera un cambio de producto.
Como bien comentas, en el mundo de las TIC, estamos muy condicionados por los cambios de licencias o de versiones de los productos que nos obliga a ir detrás de ellos si queremos asegurarnos un soporte y a gastar dinero no solo para la compra de esas nuevas licencias sino también para la realización de tareas de mantenimiento adaptativo.
¿Pasa algo similar con el software? Es decir, el software no se deteriora, sin embargo tomo como ejemplo el Photoshop que tiene n cantidad de versiones, esto me hace pensar que más que una mejora es una condicionante para adquirir un nuevo producto, con similares características, pero a un precio mayor que la versión anterior.
Si el software desde el punto de vista funcional es similar a un nuevo producto y solo cambia un poco la interfaz o un par de herramientas, ¿podría ser considerada como obsolencia programada?
Un saludo y felicitaciones por sus entradas, son excelentes.
Muchas gracias por tu comentario.
No es exactamente lo mismo, ya que el software no deja de funcionar (como bien comentas), aunque sí se le parece en el sentido de que te empujan a adquirir nuevas versiones del producto.
Esto sobre todo se aprecia en entornos corporativos donde el proveedor del producto X dice que deja de prestar soporte de la versión V hacia atrás. Claro, eres libre de quedarte con tu versión del producto que va a seguir funcionando, pero cuando tienes detrás cientos o miles de usuarios en tu organización cuyo trabajo depende de que ese producto vaya bien, ¿te vas a atrever a no adquirir la siguiente versión que sí tiene soporte?.
También pasa con sistemas operativos, aunque estos suelen tener un ciclo de vida mayor, donde pasado un tiempo ya solo aparecen productos, drivers, compatibles con versiones posteriores del mismo, lo cual te obliga también a cambiar.