La carga de trabajo tiene un límite

La productividad, la experiencia, los conocimientos y saber delegar pueden hacer que la carga de trabajo asumible sea mayor que la media y eso en un momento dado puede marcar la diferencia respecto a los demás, no obstante, todo tiene un límite y llegado a un determinado umbral, la calidad del trabajo se resiente, en forma, en ejecución, en plazos, etc…

A todo lo anterior hay que sumarle el tiempo necesario para ajustarnos a los diferentes cambios de contextos que nos exige la existencia de muchos tipos de tareas de diferente índole.

La mayoría de nosotros tiene asignadas potencialmente más tareas que nuestra capacidad, sin embargo, contamos con la ventaja de que no todas se activan simultáneamente y así podemos ir tirando. El gran problema es cuando se activan demasiadas a la vez y la probabilidad de que eso suceda crece en la medida del número de tareas que se tienen asignadas y de su complejidad.

Por ese motivo hay que tener cuidado con nuestra ambición y tener medida con las tareas que asumimos, también es necesario dar nuestra voz de alarma a nuestros superiores si prevemos que más pronto que tarde podemos llegar a este tipo de situaciones, podrán hacernos caso o no, pero por lo menos hemos avisado.

Deja un comentario