Ser consecuente

Uno de los aspectos que provoca una mayor desconfianza o pérdida de credibilidad hacia una persona o una organización se produce cuando no existe concordancia entre lo que dice que se va a hacer y lo que realmente lleva a cabo y crece exponencialmente con la distancia que exista entre discurso y acción.

Si realmente quieres hacer algo distinto a lo que dices, cambia tu discurso y adáptalo a las nuevas circunstancias, podrá gustar más o menos, pero por lo menos se juega de manera transparente y nadie se siente traicionado, engañado o que le están tomando el pelo.

Lo mismo eres una persona que no gustas, ya que tienes que tomar decisiones que no son agradables o lo mismo no caes simpático, pero te respetarán si eres consecuente con tus actos.

Deja un comentario