Desarrollo de software. Antipatrón. Culto al mito

Mirar para atrás sirve si nos permite aprender. Tanto del éxito como del fracaso se aprende, sobre todo de estos últimos, porque cuando las cosas salen bien o muy bien se nos suele nublar nuestro espíritu crítico.

Está bien recordar las hazañas y logros de personas que ya no están en la organización y que en un momento dado de su trayectoria profesional quisieron buscar otros destinos, lo que lo convierte en antipatrón es cuando las mismas se ponen continua y repetidas veces como ejemplo a los demás, ya sea a modo de reproche cuando los resultados no han sido los esperados o para tratar de demostrar, simplemente, que las cosas se pueden hacer mucho mejor.

Cuando se mitifica se magnifica, lo bueno es más bueno y lo malo es más malo. En este caso, las hazañas se convierten casi en leyendas y lo que fue un trabajo en equipo (porque en este negocio se trabaja de esta manera) se ha convertido en un gesto de heroicidad de un solo individuo.

El culto al mito, presenta los siguientes inconvenientes:

– Se intenta trasladar al presente resultados que personas concretas (con los equipos en los que trabajaron) consiguieron en un momento dado, generalmente exagerados por el paso del tiempo, sin tener en cuenta que el contexto de la organización y del negocio ha cambiado, de tal forma que lo mismo ahora conseguir esos objetivos (o la mitad de los mismos) resulta mucho más complicado aún invirtiendo el doble de esfuerzo.

– A las personas a las que les toca sacar las castañas del fuego en estos momentos se les minusvalora con esa continua comparación. Esa circunstancia termina provocando desmotivación y pérdida de confianza, factores que afectan directamente a la productividad.

– A las personas que continúan en la organización y que participaron en los equipos de trabajo de esos mitos se sienten menospreciadas, cuando tal vez su esfuerzo, dedicación y ganas fueron esenciales para el cumplimiento de esos objetivos.

Deja un comentario