Desarrollo de software. Antipatrón. Falta de ritmo

La falta de ritmo y los parones, que con mayor o menor duración, se pueden producir en un proyecto de desarrollo de software suelen hacer mucho daño.

Hay que tener en cuenta que el equipo de desarrollo está centrado en la realización de este trabajo (independientemente de que alguno de sus integrantes comparta su tiempo con algún otro proyecto) y que si no recibe materia prima para poder trabajar, ocurrirá alguna de las siguientes circunstancias:

– El equipo de proyecto quedará parado o realizando tareas secundarias a la espera de recibir trabajo y ese coste se imputa al cliente.

– Como el cliente no suele asumir ese coste, el proveedor tratará de recolocar a los componentes del equipo en otros proyectos, de tal manera que su colaboración en los mismos sea puntual, para de esta forma poder «rescatarlos» en el caso de que haya una reactivación.

Habrá algún miembro del equipo que no pueda volver por compromisos en el nuevo proyecto en el que está (a veces lo puntual termina por convertirse en una integración efectiva en otro equipo de trabajo) y otros tardarán algo más de lo que inicialmente se esperaba. Esta situación tenderá a ir a peor conforme vaya aumentando el tiempo de parón.

Si la organización no tiene proyectos donde recolocar a algunas de estas personas y el cliente no se hace cargo de este período de inactividad, probablemente la mayoría de ellas deje de trabajar para la organización.

En función del grado de avance del proyecto y de la especialización del personal que participa en él, el impacto de que haya cambios importantes en el equipo puede ser mayor o menos, teniendo en cuenta que incluso en el mejor de los casos hay coste, porque se ha perdido la inercia existente, se requiere un tiempo para la puesta al día y para que la maquinaria vuelva a estar engrasada.

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