Desarrollo de software. Antipatrón. Clientes o proveedores fungibles

Los extremos no son buenos y ya sabemos que en el desarrollo de software solo nos traen malas noticias.

En un extremo tenemos la cautividad que un cliente puede tener con respecto a un proveedor o viceversa. Es un hecho que la diversificación reduce riesgos y yo lo aconsejo, entre otras cosas porque te permite respirar en el caso de que te quieran dejar sin oxígeno.

Si un proveedor te tiene cautivo y se quiere aprovechar de esa situación, lo hará, porque sabe que cumpliendo unos mínimos (que cada vez serán más mínimos) tiene el sustento asegurado. Si es el cliente quien te tiene cautivo y se quiere aprovechar, te exprimirá hasta la última gota.

En el otro extremo tenemos a clientes y proveedores que solo viven proyecto a proyecto y como tal, solo tienen en mente, respectivamente, desarrollar un producto satisfactorio y conseguir un beneficio como sea. Las intenciones de partida pueden ser buenas e incluso no haber problemas, pero llegado el momento no se dudará en entrar en una relación de desgaste con tal de conseguir los objetivos que se tenían marcados.

Este antipatrón trata de este extremo, en la falta de miras por parte de clientes y proveedores en conseguir relaciones a más largo plazo, en un contexto de colaboración y reparto de riesgos. Esto no se consigue solo con palabras, se requieren intenciones, mucho trabajo y creer en los beneficios que eso puede reportar

Considerar a clientes y proveedores como fungibles no es ninguna virtud, por mucho que se argumente que solo existe el día y a día y que este tipo de prácticas te hacen más independiente, para empezar porque fomenta la cultura del todo vale y eso es nocivo incluso a corto plazo.

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