Desarrollo de software. Antipatrón. Modelo en avalancha

La definición clásica de este antipatrón es que es el resultado de una mala combinación entre el modelo en cascada y las prácticas ágiles y que como consecuencia de ello, el proyecto termina en una espiral de falta de control y coherencia en los desarrollos, esfuerzo malgastado, alta deuda técnica y en un más que probable fracaso.

¿Dónde empieza el problema? Todavía se piensa en el desarrollo en cascada, se conocen algunos de sus inconvenientes y se tratan de resolver aplicando determinadas prácticas ágiles a modo de parches y sin entender muy bien las consecuencias. Es decir, se quiere dar un salto a la agilidad sin haber terminado de comprender bien sus valores y principios.

La evolución natural hacia esquemas menos rígidos pasa por ir realizando una división en fases del proyecto (se reduce el alcance del objeto de trabajo y se puede aprovechar el conocimiento de la fase anterior como entrada para las siguientes) como una primera aproximación a un ciclo de vida iterativo incremental.

Una mala práctica que termina en avalancha consiste en no entender o no organizar de manera adecuada la iteración (teniendo en cuenta que serán más pesadas a nivel de proceso, ya que todavía se sigue orientando a entregables documentales), comenzando unas sin tener cerradas otras, solapando alcances entre iteraciones de varios equipos que están trabajando en el proyecto, comenzar una iteración de manera sistemática sin tener la materia prima (requisitos o historias de usuario) preparadas, acumular versiones entregadas pero que todavía no se han podido pasar a producción, multiplicación de entornos, etc…

Y todo ello manteniendo viejas costumbres (no achacables a los enfoques clásicos y sí a las formas tradicionales de trabajar), como la falta de comunicación entre todos los implicados, la gestión desde la distancia, la falta de flexibilidad, papeles secundarios o inexistentes para el feedback, las retrospectivas y la refactorización, etc…

Esa situación lleva al caos, porque si no se pone remedio (y cuesta hacerlo cuando ya se ha entrado en esa inercia), el problema será cada vez más grave.

1 comentario

Deja un comentario