Creo en las betas en producción, no confundir con las versiones 0

Creo en las aplicaciones beta en producción, la web 2.0 ha demostrado que se pueden tener productos accesibles al ciudadano de muy buena calidad en fase beta.

Eso sí, creo en las betas con calidad, en betas que funcionan aunque tengan alguna funcionalidad que todavía quede por implementar o incidencias que haya que corregir, pero que unas u otras no impidan un desempeño eficiente del usuario con la aplicación.

No hay que confundir las betas con las famosas versiones 0. Cuidado con las entregas de aplicaciones basadas en el concepto de versión 0 que consiste en: «ahí te entrego el producto, le faltan funcionalidades, no es robusto (estas dos cosas evidentemente no te la dicen), y…, este…. funciona». Cuando la aplicación empieza a hacer aguas y te diriges a quien lo ha desarrollado para solicitar cambios y la corrección de las incidencias, ya te están poniendo el cazo, para la versión 1 o la 0.5.

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