Efecto Osborne

Osborne era una empresa fabricante de ordenadores en la década de los 80 sobre la que existía la leyenda de que entró en bancarrota por el preanuncio de que su empresa iba a desarrollar (todavía no estaban construidos) una nueva generación de ordenadores que mejoraba sustancialmente a la que existía (y comercializaba en esos momentos), supuestamente ese anuncio provocó que las ventas del producto se congelaran, ya que los usuarios en su inmensa mayoría decidieron esperar a que esa nueva gama de ordenadores saliera al mercado.

El toque de leyenda lo da el hecho de que los problemas financieros que tuvo Osborne se debieran exclusivamente a eso, ya que posteriormente se indicó que la fuente principal de problemas surgieron cuando se intentó acabar con el stock de componentes de la generación anterior, que obligó a la empresa a realizar una inversión de la que no se recuperó.

Todo esto dió lugar a la aparición del concepto denominado efecto Osborne, aplicándose a aquellas situaciones donde el anuncio de nuevas versiones o versiones mejoradas de un producto provocan un efecto negativo en las ventas o en la adopción del producto que se está comercializando en la actualidad, ya que los posibles compradores o usuarios del mismo prefieren esperar a que aparezca la nueva versión.

Ejemplos de efecto Osborne lo podemos encontrar por todos lados e incluso en nuestra vida diaria. De hecho hace poco tuve la oportunidad de conocer un producto que podría resultar interesante para la organización en la que trabajo, no obstante, no recomendé a los responsables de tomar la decisión de implantarlo ya que era mejor esperar a versiones sucesivas (que se liberarían a corto/medio plazo) que iban a implementar funcionalidades que sí que nos resultarían más interesantes que las que tiene ahora. Tal vez si no hubiera conocido a priori el roadmap del proyecto hubiera recomendado que se empezase a probar el producto en mi organización.

También se comenta que Microsoft tuvo algo de efecto Osborne con Windows Vista cuando se anunció Windows 7.

¿Es siempre malo anunciar las próximas novedades en tus productos? Desde mi punto de vista no y además en ocasiones puede ser hasta necesario. Dependerá como siempre de muchas variables: el mercado, los competidores, los usuarios potenciales, el tiempo que falta para la liberación de las novedades, las características de las novedades, el retorno de la inversión y/o stock del producto actual, etc… Si no se tiene en cuenta esos factores podría darse el caso de que no se consiguiera recuperar la inversión de la versión actual de los productos o de que la competencia reclame la atención de los usuarios.

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