archivo

Archivos diarios: enero 22, 2010

Tengo una serie de proyectos, que como consecuencia, entre otros aspectos, de la crisis, han visto mermados considerablemente su financiación. Esta reducción presupuestaria evidentemente establece limitaciones, muchas limitaciones, pero existe una realidad y es que aunque haya bajado la asignación económica, el número de usuarios de dichas aplicaciones es el mismo (o superior), el grado de uso de las herramientas es el mismo (o mayor) y sigue habiendo los habituales problemas de la operativa diaria de cualquier sistema de información.

¿Cómo afrontar este tipo de situaciones? Pues con mucho trabajo, estableciendo prioridades e intentando reducir el número de decisiones erróneas. No obstante, pese a que lo anterior se intente hacer de la mejor manera posible, los límites seguirán existiendo y la única forma de ir un poco más allá de ellos es analizando todas las alternativas posibles para poder desplazar carga de trabajo o tareas a otras personas y/o proyectos. Esto aunque lo pueda parecer, no es nada sencillo, ya que nadie suele aceptar fácilmente trabajo o tareas que no le corresponden, por este motivo hay que conocer bastante la organización, su estructura y los proyectos para poder realizar asignación de tareas a personas o proyectos en cuyo ámbito competencial podría estar la realización de la misma y para solicitar (y conseguir) colaboración en ocasiones donde no esté tan claro el aspecto competencial.

Pues eso es lo que he realizado en la gestión de estos proyectos mermados económicamente (y prácticamente lo he extendido a todos los demás), evidentemente no he conseguido milagros, pero sí he podido soportar en los mismos una mayor carga de trabajo que si no hubiera buscado otro tipo de soluciones.

La necesidad da lugar a estos cambios de planteamiento en la gestión y el problema se ha transformado en otra forma de llevar mis proyectos, ampliando la visión de que existen otros recursos más allá de los directos del proyecto. En otras épocas, donde no tenía estos problemas presupuestarios tan serios, no tuve que recurrir a este tipo de análisis y aunque me permitió evolucionar en otros aspectos, no se dió el escenario en el que tuviera que adaptarme a este tipo de circunstancias.