La comprensión del código y citas de Martin Fowler y Steve McConnell

Se codifica, se construye la aplicación, pero en demasiadas ocasiones se tiene en cuenta como fin único la entrega del proyecto, dejando al margen o dedicándole menos importancia a una programación pensando en futuros mantenimientos.

La dificultad de los mantenimientos depende de muchos factores y algunos de ellos están por encima en importancia de una codificación clara y de calidad, como por ejemplo la búsqueda de una alta cohesión y un bajo acoplamiento, lo cual no debería ser una excusa para olvidarnos de este asunto ya que no se trata solo de que se pueda comprender lo que se ha programado (que no es poco) sino que un código poco cuidado probablemente influirá en una mayor complejidad ciclomática de la aplicación (además de a la mayoría de las variables que determinan la deuda técnica de la aplicación) dificultando, en consecuencia, a la mantenibilidad.

Generalmente nos solemos acordar de todo esto cuando toca realizar el mantenimiento del sistema de información y nos encontramos con que la forma en que se ha codificado hace que se requiera un mayor esfuerzo y en consecuencia coste. Por este motivo importa y mucho como se codifica.

El problema de todo esto es que resulta complicado detectar este tipo de problemas en tiempo de desarrollo ya que obliga a estar encima y revisar el código, lo que puede hacer que casi cueste más el collar que el perro. Por tanto, tenemos que utilizar otras estrategias que faciliten la localización de estos problemas, como es por ejemplo estudiar variables que se pueden incrementar indirectamente por una mala programación (se puede realizar una revisión periódica de las métricas que devuelve Sonar) y complementarlo, si es posible, con la revisión, también periódica, de una muestra de clases de la aplicación.

Siendo realista, veo complicado que una empresa de desarrollo, salvo que las deficiencias encontradas en el proceso de verificación interno sean serias, se pongan a rehacer a módulos ya codificados, pero por lo menos si se aplican estas políticas se puede reconducir la tendencia en el desarrollo y que el proyecto se encuentre dentro de unos umbrales de calidad aceptables (los cuales en algunos casos podrán ser exigidos y verificados por el cliente y provocar un rechazo en la entrega y la consiguiente necesidad de refactorizar partes de la aplicación lo cual se volverá en contra del proveedor ya que tendrá que sufrir en sus carnes las consecuencias de unas malas prácticas.

Martin Fowler es un importante y reconocido autor especialista en ingeniería del software y en el proceso de desarrollo (particularmente en el campo de la refactorización) el cual ya he tenido la oportunidad de citar en un artículo sobre una regla de CheckStyle que no comprendía su significado.

Steve C. McConnell es otro reputadísimo autor y especialista en ingeniería del software, tanto es así, que durante años fue considerado junto a Linus Torvalds y Bill Gates unas de las personas más influyentes en el negocio del desarrollo de software. En la actualidad posee una empresa llamada Construx Software que se dedica a consultoría y formación sobre buenas prácticas en desarrollo de software.

Ambos autores son responsables de las siguientes citas relacionadas con la comprensión del código:

Martin Fowler (traducción libre): «Cualquiera puede escribir código que un ordenador pueda entender. Los buenos programadores son aquellos que escriben código que los humanos puedan entender».

Steve McConnell (traducción libre): «El buen código es su mejor documentación. Cuando vayas a escribir un comentario, pregúntate, ¿cómo puedo mejorar el código para que este comentario no sea necesario?».

Sobre este tema ya publiqué una cita que se atribuye a Martin Golding en unos casos y a John F. Woods en otros que complementa perfectamente a éstas.

Como he comentado en otras ocasiones, hacer las cosas bien, tarde o temprano, marca la diferencia.

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