Hacia las audiencias

La característica fundamental de Internet es su carácter universal, es decir, la posibilidad de llegar a todos «sus habitantes», de manera que la audiencia potencial de cualquier sitio web, es cualquier persona que pueda acceder a una conexión de Internet. Esto ha hecho de la red de redes, el medio de comunicación más importante de la historia.

Ahora bien, para poder acceder a un determinado contenido de Internet, es necesario conocer su url o bien encontrarlo a través de un buscador, anuncios contextuales o través de los servicios (páginas web, redes y filtros sociales, prensa digital, blogs, etc…) favoritos que utilicemos en la web.

Por ese motivo, si lo que interesa a nuestra organización es hacer llegar nuestra marca, nuestra actividad, nuestro negocio, nuestros productos, a la audiencia, de manera necesaria se tienen que optimizar los medios a través de los cuáles se puedan llegar a los mismos. Es decir, en la medida de lo posible hay que estar lo más arriba posible en los buscadores cuando se busque por las palabras claves que nos interesan y tenemos que intentar tener la mayor presencia posible en los diferentes medios que existen en la red, entre los que se encuentran las redes sociales (hay mucha audiencia potencial que pasan la mayor parte de tiempo en Internet en ese tipo de comunidades, de hecho el primer contacto de muchas personas con la web son este tipo de sitios).

Por tanto, la audiencia en Internet es «universal», pero que para accedan a mis contenidos me tienen que encontrar y/o conocer y para ello se tienen que tomar medidas para intentar que la audiencia termine por encontrarme. ¿Nos sirve toda la audiencia? Depende de lo que «vendamos», en muchos casos la audiencia que interesa es aquella que sea la que tenga o pueda tener un interés en una temática o en un producto concreto, incluso de un país o una región concreta.

Si se genera atención tendremos audiencia que en muchos casos será la que nos interesa, como ya he tratado en diferentes artículos la atención no es algo que se obtiene con un chasquido de dedos, sino que es algo que requiere muchos esfuerzo y trabajo, ya que salvo que tengamos una red de contactos importante y trascendente (que a su vez sean centros de atención) que se hayan encargado de promocionar adecuadamente nuestro sitio web y/o seamos parte de una marca reconocida, el proceso de conseguir y consolidar audiencia es largo y complicado (ya que es más difícil conservar audiencia que retenerla).

No obstante, hay que ganarse una audiencia muy fiel para que ésta esté siempre pendiente de las novedades que vayamos lanzando a través de nuestro sitio web, es por ese motivo por lo que resulta muy importante proporcionar mecanismos asíncronos para proporcionar esa información, como por ejemplo el uso de RSS y la participación en redes sociales.

No hay que dar la espalda a las redes sociales, están ahí, concentran una gran cantidad de audiencia, si no se tienen en cuenta, se estarán perdiendo muchas posibilidades de que tus servicios sean conocidos, ya que en este tipo de redes el boca a boca funciona, además, más rápido que en el mundo real. La mayor parte de las empresas se están dando cuenta de este aspecto y no paran de aparecer a diario organizaciones que crean su página en Facebook o en Twitter. Todo esto cobra todavía mayor importancia si vemos la tendencia actual de los buscadores de incorporar en el resultado de sus búsquedas, las que se realizan sobre redes sociales y el intento de que estas búsquedas se aproximen lo máximo posible al tiempo real, con la idea de que sobre una materia concreta se pueda conocer cuál es el pulso del mundo.

En un mercado tan competitivo como el que existe no se puede esperar a que las audiencias vengan a nosotros sino que la tendencia debe ser ir hacia donde están las audiencias que nos interesan y ahí es donde se puede marcar realmente la diferencia, llegar antes y mejor que los demás, ¿cuántos productos de menor calidad que otros se han terminado por imponer en el mercado? Muchos, ¿cuál fue su mérito? llegar antes al mercado (que no necesariamente, haberse desarrollado antes).

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